Río de la Plata

Y allí, mientras el Plata, seguía su curso, parejo al sol, los colores de los tejados , decían adiós al calendario. Y allí, arriba del todo, apurando las borras de té, dando vueltas a la taza, pensaban por dos. Y allí, a la orilla de Puerto Madero, hicieron justicia con un papel, se pintaron la cara. Y allí, y aquí, y aquí, y allí, cogieron la línea del trece, empezaron a ser uno.