SION

Es hora, supongo.  No, me prometí no dudar. Nadie debe dudar cuando de libertad se trata. Es hora de tomar el control de mi vida, empezar a tomar mis propias decisiones, a vivir de verdad. Me libero del control paternal, sin olvidar de donde vengo.  Empieza la tercera fase. Comenzaré por encontrate, por hacer lo que mucha gente llama ¨sentar la cabeza¨ hacer lo que todo ser humano hace cuando encuentra lo que llama ¨el amor de su vida¨ : compartir vivienda, casarse, y tener dos preciosos descendientes que en un futuro se acuerden de mí. No he pensado si quiera, en variar lo monótono de una vida, porque quiero una de esas familias tradicionales, donde se es feliz sin cambiar, sin modificar. Sólo busco no fallar a la hora de construir mi vida y si fallo sé que siempre estará mi pasado dejándome volver.  Pero no, me prometí no dudar.  Crearé una nueva generación en mi familia junto a mi fuente de felicidad. No tengo miedo, Ya no. So

Sé que es por culpa de vivir intensamente. Pero no puedo hacer nada para remediarlo, tampoco voy a tratar de arreglarlo si es que hubiera alguna técnica. Ana sabe que esto se acaba, mejor dicho, que esto se acabó en cuánto supo mi modo de vida. Mis horarios, lo sé, son anormales, impropios de un casi hombre de diecisiete años, pero yo, cómo buen hijo y buen nieto, sigo al pie de la letra la máxima que ha enarbolado mi familia, y que aparece en el escudo de los Salvador desde sus raíces “debitum in tempore”. El hecho de vivir a ciento noventa pulsaciones me ha convertido en un personaje más bien solitario, mi día a día es una carrera de fondo a más de veinte kilómetros por hora, en la que sólo he podido encontrar a, contadas, seis personas que puedan y que podamos soportarnos este ritmo frenético de vida. Sé y sabemos que no es lo normal, pero cada día que pasa somos un día más viejos, lo que no hagamos hoy no lo podremos hacer al día siguiente. Somos jóvenes, con diez litros

Hora cero. Vaya, así que es verdad. ¿Ya estoy vivo? Hora cero y dos minutos. No entiendo a mis padres en particular, ni a los adultos en general. Suponiendo que esta sea mi madre y ese de ahí con la cámara sea mi padre. Mi vida empieza bien, mediáticamente bien. Hora cero y siete minutos. ¿por qué se alegran de tenerme? ¿Para qué me están preparando?, ¿a qué viene todo este festival y esta alegría? Pensáis que soy inocente, que no me entero de nada, pero con vuestros mimos y carantoñas, evidenciáis vuestra mendicidad sentimental, ¿os han robado algo? ¿la felicidad tal vez? Se escucha todo desde dentro, sé que soy fruto de las prisas y del qué dirán. Hora cero y diez minutos. No lo paguéis conmigo, no quiero atenciones ni cuidados, me reiré para que os vayáis contentos a la cama y presumáis de mi delante de vuestros amigos. Pero no me hacéis ningún favor, sé de qué va todo esto. Hora cero y cincuenta minutos. Lo que me espera fuera es una trincher

Según el diccionario, el Tetramorphos… T etramorfo adj. Se aplica al ser fantástico que en la cultura oriental se representaba con cabeza de hombre, alas de águila, pies delanteros de león y patas traseras de toro: en el museo arqueológico están expuestas diversas representaciones de seres tetramorfos. Estamos encerrados. Somos presos del mundo. La llave la tenemos nosotros, somos los dueños del tiempo, propietarios de la vida, un bien único e intransferible. Dejamos, en manos de un ser con tacto metálico, que dominen y gobiernen nuestro crono. Fuimos seres tetramorfos hace siglos. Es tiempo para la introspección, para volver atrás sobre nuestros pasos erráticos y erróneos. Para ser dueños de lo que nos parece. Fuimos tetramorfos hace siglos. Seres alados, con la fuerza del león, el paso firme del toro y la cabeza pensante del ser humano. Fuimos tetramorfos hace siglos. Es hora de volver. Tetramorfo, nuestra historia, escrita, pintada y pe

 Había un ambiente muy sollitario esa noche. -¿lo de siempre, Al? -Si, y lo que quieran esos señores. Pido lo de cada noche, diviso a los de siempre; el café es alquitrán, pero el mejor de la zona este. He dejado mi gabardina, en la banqueta de al lado, total, nadie se suele sentar o eso creía antes de oír un "disculpe". Imaginaciones mías, a estas horas venimos sólo los de siempre Saludo con una leve sonrisa y doy otro trago a mi café, supongo que luego me acercaré a comenzar alguna que otra conversación. Antes los observo detenidamente, deformacion profesional. Entre ellos se intercambian sonrisas, se les ve gente despreocupada, que suerte tienen. Es tarde, o pronto si madrugas, para mi es lo primero; apuraré la taza antes de irme a casa. Pago, digo hasta mañana, me coloco el sombrero y me abrocho la gabardina. Hace frío. Dentro, May comentaba la actuacion de hace unas horas, espléndida, un éxito de público, como siempre. Interrogó a Wayne mientras e