De pontes, mãos e pôr do sol


En apenas cuatro horas ya estaban sonando fados.
Dulce Pontes...
Madredeus...
Cançao do Mar sonando en ese paso fugaz por la radio.

Pisábamos tierras portuguesas, en uno de esos viajes en coche a lo Telma y Louise que tanto nos gustaban.

Tocaba ir cerquita, pero para llegar juntos muy lejos.

Y así, 
entre pontes e pontes,
del Douro al Tajo,
de Belem a Santa Justa.

Dando alegría al fado,
a base de cortar de raíz su melancolía con el simple hecho del roce de nuestros cuerpos.

Los atardeceres en Cascais...
Los no pensar en nada en las playas de Faro...
Atardeceres y chin chines en Lisboa...

Y así, 
de puntillas,
 a la orilla del Tajo,
lanzábamos al Atlántico nuestros besos en forma de papel,
con destino, 
con destino a todas las partes.

Mar Océano,
en esa magia sobre ruedas,
que nos llevaba desde el Ebro al Douro,
y bajando.

Nos imaginamos nuestro viaje a Portugal,
sí,
pero nos salió diez veces mejor de lo imaginado,
Lisboa te sienta tan bien...

De ponte a ponte,
del agua al agua.
De la vida a la vida.

Compartir,
viajar,
cantar*...
besar*..

VIVIR

Comentarios

Entradas populares de este blog

Palabra de Dios(1) - Los días de colegio

Concerto nº2

Veranos de 40 dólares