Palabra de Dios(1) - Los días de colegio

- ...venga Carlitos, arriba, que tienes que ir con tu padre a poner los reteles... -
- ...¿pero ha venido el tío...? - respondió a su madre aún medio dormido.

Ir a por cangrejos era lo que más le gustaba hacer a Carlitos Setién las mañanas de verano, pese al madrugón que supone.
El número de piezas que pudiera coger esa mañana estival pasaba a un segundo plano ante el acontecimiento que esperaba la familia Setién todos los veranos a mediados del mes de julio, la llegada del tío Marcial.

Los Setién vivían en Layés, una pedanía campurriana cercana a Reinosa, de quién dependía administrativamente.
La familia se dedicaba integramente a la ganadería, tenían varias decenas de cabezas de ganado vacuno, que, junto a la explotación maderera de una pequeña parcela, les permitía vivir sin ningun apuro.

Carlitos Setién era el mayor de tres hermanos, nadie podía creer que ese chicarrón del norte pudiera tener tan sólo diez años.
El aire de la montaña del Campoo curte y sana.
En clase era un chico muy despierto, curioso y siempre con ganas de aprender.
Carlitos se pasaba el día hablando en clase, cuestionando todo cuánto podía al maestro, pero cuando tocaba clase de religión, se quedaba totalmente mudo.
Atendía cómo si fueran cuentos, a las lecciones de historia sagrada que el Padre Cabarga les daba a los chavales, para Carlitos las historias de la biblia le producían una curiosidad narcotizante.

La religión estaba muy presente en casa de los Setién, admiraban...casi idolatraban al tío Marcial, y la noticia de su venida para pasar unos días con la familia provocó un nerviosismo que revolucionó la casa los días previos a su llegada.
El tío Marcial era misionero en Mauritania, y sus cartas estaban redactadas cómo verdaderos libros de aventuras.
Cuando llegaba una, el entretenimiento de esa noche estaba claro, cenar mientras Manuel Setién, el pater familias, leía con ese tono suyo tan monacal, las aventuras del tío.
Carlitos las guardaba todas en una Biblia, y se afanaba en buscar en las sagradas escrituras el capítulo en el que la pulgas habían picado a su tío o cuando tuvo que curar a una niña del poblado en el que estaba por una picadura de cascabel.

-Carlos, ¿que estudiarás en Santander cuando hagas el bachiller?-
-¿Yo?, yo seré aventurero misionero- respondía cuando le preguntaban todas las semanas sobre su futuro.


Dos días antes de la fiesta de la Virgen del Carmen, el tío Marcial llegó a casa de su hermano.
Traía sólo una maleta con algo de ropa y debajo una pila de aventuras para contar.
Carlos Setién no tardó ni un instante en lanzarse a los brazos de su tío y empezar a bombardearle con mil y una preguntas.
Tras los besos y abrazos de precepto, se sentaron todos a cenar.
Carlitos, por supuesto, seguía con su interrogatorio y su ansia por comprender por qué en la Biblia no salía lo de la picadura de cascabel.

-Carlos, a la cama, que tenemos que hablar los mayores-
-Jobar, pero es que el tío...- reclamó Carlitos
-A dormir...-zanjó su padre

Marcial llevó a su sobrino a la cama.

-Mañana te contaré lo que quieras enano...ahora a descansar-
-Jobar...-
-Hasta mañanaaaaa...-
Las palabras de su tío provocaban en Carlitos un efecto somnífero, y tan pronto cerró con suavidad la puerta, el pequeño se quedó totalmente dormido, empezando, seguramente a soñar con las aventuras de su tío.

Ya en la mesa del salón, y con el aroma de café inundando la estancia los más mayores disfrutaron de una agradable tertulia de noche de verano, de las de copa y sillón orejero.

-..¿está bien Carlitos?...-preguntó Marcial a su hermano.
- Te tiene en un altar -
- ...¿si?... - se ruborizó el misionero.
- Sí, sólo piensa en tus aventuras, y está obsesionado con ser misionero -
- ...¿sabe lo qué es un misionero.? -
- No del todo, ¿hablarás con el mañana? - dijo Manuel Setién con cierta preocupación
- ¡Claro! -

Comentarios

irene buscando la felicidad ha dicho que…
Hola! Gracias por pasarte por mi blog, me he dado una vuelta por el tuyo y también me ha gustado mucho.
Escribes francamente bien, volveré para saber qué es de Carlitos y su tio.
Un saludo.
Anónimo ha dicho que…
Esperando a la segunda parte... me has dejado totalmente intrigado
Lo escribes todo tu¿?
Si es asi lo haces realmente bien, como dice Irene.
Ojala pudiera yo escribir así, me haria uno sin dudarlo.

Un saludo.
Diego ha dicho que…
Callénse por favor, me van a ruborizar :-)

De verdad, muchas gracias por las visitas...:-)

Beso o abrazo, según.

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