Para viajeros con prisa - Ciudad Monstruosa

Lo primero que tiene que saber el osado viajero que se aventure a conocer Ciudad Monstruosa, es que al menos ha de llevar consigo el Certificado de Vida y No Vida que le expedirán en la parroquia en dónde fue bautizado, en dicho documento ha de constar al menos el haber cometido 5 pecados veniales y 2 mortales.
Sin el mencionado pasaporte, el descenso a Ciudad Monstruosa en impensable.

La Autovía Estatal de la Angustia nos conduce directamente hacia la gruta de entrada a Ciudad Monstruosa.
La carretera no está en muy buen estado, hay varios árboles centenarios retorcidos de dolor que hace complicado el trayecto por esta vía de sinuosas curvas.

Nada más bajar del coche, el valiente viajero podrá admirar la belleza de postal del Valle Viudo, y las bucólicas nieves perpetuas del Monte de los Abandonados.

La población de Ciudad Monstruosa asciende a los 30.000 habitantes, más o menos la mitad viven en la superficie, y el resto vive en el inframundo.
El gobierno municipal lo forman solo banqueros, son todos bastante obesos, llevan traje con levita, su piel es gris con leves tonos amarillentos, la temperatura de su cuerpo no pasa de los 30 grados, y cuando sonrien muestran sus dos afilados incisivos.

Las fiestas más importantes se celebran allá por principios de Noviembre, cuando honran al Ángel Caído.
Durante esos alegres días, toda la población de Ciudad Monstruosa desciende, más aún, hacia el inframundo, para convivir jovialmente con los restos de sus familiares.

En Junio se celebra el Día de la Infancia Perdida, los protagonistas, cómo no, los niños.
Todos los pequeñajos bajan del Monte de los Abandonados con sus caritas pálidas y sus ojos sin púpilas.

Ha de saber el viajero que está totalmente prohibido hacer ruido y sonreir en Ciudad Monstruosa, pues así viene reflejado en las ordenanzas municipales redactadas hace año por la Hermandad Eterna de Viudas.

La ciudad en sí, no es cara, si tiene suerte le atenderán en cualquiera de los comercios, aunque en Ciudad Monstruosa sólo despachan agua y pan duro.
La mayoría de las tiendas cierran por defunción cuando llega un nuevo habitante a Ciudad Monstruosa.

Venga con su familia, traiga a su familiar enfermo, a su niño imbécil que no quiere comer la verdura y descubras las maravillas de este paraíso de vinagre y azufre.

Nade y navegue en el Lago Llanto.
Pida por los vivos en la pequeña ermita alzada en honor a Judas, en la que se conserva su horca.
Disfrute de un agradable paseo por sus parques y jardines marchitos.

Y recuerde, sólo los muy pecadores son bienvenidos a Ciudad Monstruosa.


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Nota: la Ciudad Monstruosa es obra y arte de M.López, Sión ha tratado, mediante una macabra danza de letras, invitar al lector a viajar.

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