Palabras para Los Ojos

Viajar por toda la península, recorrer en coche todos los mapas, incluídos los recuadros de leyenda, era el día a día.
La vida de Rafa Berdún se sostenía en dos pilares, Anna...su Anna y su trabajo en GasHispania, la petrolera más importante de España y Portugal.
La familia...bien, gracias.
Era un comercial de primera, capaz de colocar un kilo de arena en el Gobi y unas cuántas neveras en Laponia.

A cambio de su notable éxito, tenía que renunciar semanalmente a su trozo de pan de oro con el que alimentaba su existencia desde hace muchos años, los ojos de Anna...su Anna.

Enamorarse de unos ojos...¡qué locura!...bendita locura.

En una de sus tardes de Parador, atardecer de postal y Gintonic en la mano, escribió estas líneas para Anna...su Anna:

"Dime Anna, dime
¿qué escondes tras tu mirada?
En la que veo la más bella parcela de cielo.

Dime Anna,
qué tienen tus ojos...
para desearles con velocidad cada noche.
Esos que me vuelvan de pidra y a la vez de cristal...
qué tienen tus ojos,
para desear que me mires sin descanso.

Son tus ojos Anna, son tus ojos,
final de ensueño para un cuento de hadas,
sol de medianoche,
luna del alba.

Dime si son tus ojos,
dime,
estrellas secuestradas,
perlas verde de coral,
envidia de todas las miradas.

Cuéntame Anna,
cuéntame,
si tus ojos dominan imperios,
conquistan antiguos reinos,
y corazones sin quererlo,
cómo conmigo has hecho."

Anna recibió los versos en una bonita postal del Valle del Jerte, con los cerezos radiantes.
Contestó a Rafa...a su Rafa, sin importarle no tener bolígrafo o papel.
Le bastó medio folio, quizá menos...no importa.

En sólo tres líneas:

" Porque estos son tus ojos,
y tuyas,
tuyas son mis miradas."

Comentarios

Café con Agua ha dicho que…
Genial respuesta...
Un blog interesante, mucho. Enhorabuena.
Anónimo ha dicho que…
Sin palabras...

Poco a poco me sigues sorprendiendo

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