Palabra de Dios(1) - Los días de colegio
- ...venga Carlitos, arriba, que tienes que ir con tu padre a poner los reteles... - - ...¿pero ha venido el tío...? - respondió a su madre aún medio dormido. Ir a por cangrejos era lo que más le gustaba hacer a Carlitos Setién las mañanas de verano, pese al madrugón que supone. El número de piezas que pudiera coger esa mañana estival pasaba a un segundo plano ante el acontecimiento que esperaba la familia Setién todos los veranos a mediados del mes de julio, la llegada del tío Marcial. Los Setién vivían en Layés, una pedanía campurriana cercana a Reinosa, de quién dependía administrativamente. La familia se dedicaba integramente a la ganadería, tenían varias decenas de cabezas de ganado vacuno, que, junto a la explotación maderera de una pequeña parcela, les permitía vivir sin ningun apuro. Carlitos Setién era el mayor de tres hermanos, nadie podía creer que ese chicarrón del norte pudiera tener tan sólo diez años. El aire de la montaña del Campoo curte y sana. En clase era un chico m
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Y lo mas hermoso
de algunas procesiones.