La paciencia


No hay cosa que más me guste que esperar la primera tormenta de la primavera.
Este es mi sitio y esta es mi vida, ver gente, infinidad de caras, de sentimientos , de acentos.
Ya podrán pasar miles de dólares por delante de mis narices, que yo de aqui no me muevo.
Sólo sé hacer esto, esperar.
Sarah me llama loco, pues si, si aferrarte a tus raíces y querer pasar el resto de tus días unido a tu tierra es de locos, efectivamente, hace tiempo que me olvidé de la cordura.
La quiero, ella me quiere.
Me niego, me niego rotundamente a abandonar mi vida, no quiero empezar a morirme en la ciudad.
Soy perro viejo, tengo la piel marchita por el paso del viento, me gusta el olor a gasolina en mi ropa, huele a mi.
Prefiero, sin dudarlo, terminar mis días unido a mi pasado, junto a mi silla, besando mi tierra.
Sé, mientras espero, que las primeras aguas de abril están próximas.

Comentarios

Fernando García Pañeda ha dicho que…
Verá pasar el cadáver de su enemigo, no hay duda.

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