SI TU ME DICES VEN

- Buf, chica, que frío hace ahí fuera, ¿qué pedimos?
- Yo una tónica, me apetece algo fresco, así me voy acostumbrando.
- Mucho mejor un té calentito.

Eliza agotaba sus energías por intentar salvar a su amiga del alma de su viaje hacia el abismo.

- ¿Ese jersey es nuevo?, es precioso.
- No me dicen lo mismo los espejos.
- Sigues igual…
- ¿Qué quieres que haga?
- Pedir ayuda.
- Sólo conozco un tipo de ayuda.
- No de esa manera, hay otras formas de ayudarte más racionales.

En la misma conjunción del tiempo y del espacio, a unos pocos metros de la mesa, él se dejaba la vida quemando sus últimas naves por recuperar el tiempo y los besos.

- Te he escrito unas líneas…
- ¿Son tuyas?
- Bueno, más o menos.
- Me das miedo, tú no eres socio del club de la delicadeza.
- Pero…yo….serán solo tres segundos.
- Sólo tres.

“Sólo sé escribir te quiero”

Comentarios

Pablo Rodríguez Burón ha dicho que…
Y este cuento también :-)

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