LO QUE PUEDE SER QUE SEA Y PUEDE SER QUE SERÁ

Los comienzos de la tercera gran guerra se decidían entre ases de picas y lingotazos de ron a las afueras de Vancouver.
Los niños renunciaron a su infancia a cambio de una paga extra en forma de tubo catódico.
Colegios bajo mínimos, parvularios sin párvulos.
Montañas…ríos…apestando a basura y a poca humanidad.
Cabezas abajo, mirada siempre al suelo.
El cielo se volvió gris, hace años que el sol dimitió de sus funciones.
La tierra gritó basta.
Comentarios