La otra buena moza




Parece de mentira.


Una broma de la primavera.

Tan verde que asusta.

Tan verde que parece de fuera.

Pero no, es de aquí, bueno de allí, de aquí cuando estoy allí y de allí cuando estoy aquí.

A veces la meseta tiene estas cosas, que cuando nadie la ve, se pone guapa, normalmente es vergonzosa.

Ah, pero ese día la pillaron pintada de verde.

Ya no se ruboriza, menos en verano, que casi no sale de casa, confiando, como siempre, en el amarillo como amuleto.

Qué suerte tienen los páramos que la ven desde arriba, te imaginas convertido en cerro, por ahí, en los Torozos, dibujando parameras.



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Primavera, entre Simancas y Cigüñela.
Fotografía: Chema Concellón

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