EL CANTO DE LAS OLAS



Tu madre se ha quedado un poco más atrás con tu hermana y Jesús, viven en un estado de no estar, se les acaba de marchar media vida.

Nos ha costado mucho encontrar tu último deseo, suerte que Irene nos dijo que alguna vez, en secreto, se lo dijiste.
Aquí estamos, contigo, como lo vamos a estar siempre.

No me creo que todo esto esté pasando, sobrevivo gracias a los tranquilizantes, y la terapia del Dr. Izquierdo, nos lo recomendaron desde el colegio de psicólogos.
Ya no nos queda nada, hemos perdido todo lo que teníamos, ¿para qué queremos seguir viviendo sin que estés tu a nuestro lado?.

Tú madre, tu hermana, tu amor, yo...nos hemos convertido en ceros a la izquierda de la existencia, queremos irnos contigo, que nos abrasen el alma y que nuestra vida sea polvo gris, que se escape entre los dedos, igual que tú, que te nos acabas de ir.

He perdido la fe, ya no creo en nada, bueno, sólo creo en que no quiero decirte adiós, es un hasta ahora, mi mayor deseo ahora es irme de este mundo contigo, mi vida.

Y ahora, hazte uno con el mar, ese que tanto te gustaba, mezcla tu cuerpo con las olas, que tu silencio sea la brisa que nos refresque la cara.

Nuestra vida, es menos, es nada, sin ti.

Descansa en paz cariño.

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No somos nada, ni somos nadie.
Suerte que existen las letras, las canciones, las huertas, las madrinas y las casualidades. (te lo recomiendo)
Qué nos dan la vida.

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