Consuelo amarillo para los pobres

Y no pedía nada.
Ya lo tenía todo.
Que basta con dar una vuelta.
Basta con tomar uno o dos cafés en un suelo de loza.
Amanecer de noche en las riberas de los tres ríos.
O esperar la lluvia, salir a pasear.
No hacía falta nada más.
Que yo no pedía nada.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Alo Marhaba

La Buena Moza

PENSAMIENTO LATERAL