NAQUORA - MARE NOSTRUM

Que este es un país de contrastes, no me cabe la menor duda; en menos de dos horas de viaje apareces en el Mar Mediterráneo, dejando atrás cumbres de unos dos mil metros.

El olor a mar es indescriptible, de acuerdo, pensaréis que huele igual en todos los lados, pero puede que sea por la distancia o por el hecho de no verlo desde hace un año, aquí el mar huele diferente, huele a mar y no es una obviedad.

Naquora es una ciudad costera en el sur oeste del Líbano, cerca de Israel;  combina de un vistazo dos imágenes espectaculares, millones y millones de platanero, y el mar, la estampa es tremenda.

Atrás dejas el Líbano más occidental, el de los carteles en inglés y las facilidades, serpenteas entre caminos con letreros imposibles, comercios en los que se emplea el trueque,  guíado solamente por el mapa azul que se ve a lo lejos, "este es el buen camino, eso de ahí es el Mediterráneo", no hay duda.
 
La casualidad quiso que se repitiera esta situación durante tres días, coincidiendo con el "paso de ecuador" de mi estancia en el Líbano, de nuestra estancia en el Líbano.

Un empujoncito más y una dosis extra de energías para afrontar la cuenta atrás que nos lleve hasta España a mediados de noviembre.

Fueron unas mini vacaciones, suficiente para hacer acopio de energías y transmitirselo a los compañeros que no puedan salir de la base.

Momentos y momentos.

Sexta decena.






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