Perdone señor.


Si a usted le parece que cuatro sucios dólares por kilo de sorbo es una indemnización, es que vive lejos de la realidad.
¿Sabe usted dónde vivimos desde el paso del huracán?
Suerte del hospicio y de la parroquia.

No haga caso de las corbatas, en este condado somos muy de aparentar cuando viene el senador.
Si cree que con eso, ¡con eso!, puedo dar de comer y puedo vestir a mi señora y a mis cuatro hijos, es que está usted muy, ¡muy! equivocado.
Y al igual que yo, piensa el señor Hartman, Tom, los chicos del silo y la gente alojada al otro lado del arroyo.

Vuélvase a la capital y diga a los de arriba que por lo menos manden palas para poder enterrar a nuestros muertos.





Norman Rockwell
Freedom of speech - 1943
Óleo sobre lienzo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Palabra de Dios(1) - Los días de colegio

Concerto nº2

Veranos de 40 dólares