Nieve de agosto

Hasta aquel día se lo pensó más de trescientas veces, pero ni por muchos calendarios que pasasen supo reunir algo de valor, más bien nada.

Inviernos.
Primaveras.
Veranos.
Otoños.

Inviernos,
Primaveras.
Y así hasta...

Oye, y además es que se fue a la guerra con un par de batallas perdidas, heridas múltipes; una con arma de fuego y otras tantas por no saber aún ni andar.

Pero daba igual, hasta la muerte todo es vida, incluso muriendo seguimos viviendo.

La quería.

Y punto.

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